Se trata de una de las más importantes acequias de las muchas existentes en el regadío ciezano.
Se encuentra situada junto al río Segura, detrás del famoso Molino de Teodoro justo enfrente del municipio de Cieza.
Esta acequia, hoy día está asediada por el proceso de modernización de los sistemas de riego que amenazan con entubarla, parece ser que arqueológica y documentalmente tendría orígenes islámicos aunque podría tener antecedentes en época romana dado la cercanía de las acequias que riegan los campos de La Parra y toda la margen izquierda del río que nace del Borbotón y que históricamente se sitúa en esas fechas.
A pesar de su notable importancia en época islámica, sería en el siglo XIV, ya con los cristianos plenamente instalados en estas tierras, cuando adquiera un papel fundamental ya que va a dar agua al Molino de Cebollo o Teodoro, construcción del siglo XIV que aún se conserva en la actualidad.
Desde la acequia se abría un portillo a las espaldas del molino que iba a llenar el acueducto que desembocaba en el pozo del molino y que le daba la fuerza suficiente para poder llevar a cabo el proceso de molienda.
Esta acequia no tiene estructura de obra en todas sus partes, de tal forma que en algunas es tan solo un surco excavado en la tierra, tal y como se construían en un primer momento estas viejas acequias.
La acequia es muestra del aprovechamiento y buen uso del agua en estas tierras desde antaño, donde brotaría una hermosa y verde huerta entre la aridez de las zonas cercanas, conformando un rico paisaje en donde las leguminosas y los cereales serían máximos exponentes de la época, a los que poco a poco los árboles frutales les arrebatarían el protagonismo llegando hasta la actualidad con el cultivo del melocotón en toda la zona cercana al Segura a su paso por Cieza.
Es curioso como acequias como la presente siguen siendo protagonistas del recorrido del agua hasta los cultivos aunque muchas de ellas estén ya entubadas.