En el mercado y la nevera
La gruesa piel de la sandía hace que en muchas ocasiones los clientes de mercados o grandes superficies no sepan si se encuentra en su periodo óptimo de madurez. Para cerciorarse debe seguir algunos pasos:
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Si la zona de la piel que ha estado en contacto con el suelo presenta un color amarillo cremoso, es señal de buena madurez.
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Si el color de esa misma zona es blanco o verdoso la sandía ha sido recogía prematuramente por lo que no será de buena calidad, resultará insípida. Se trata de una fruta no climatérica por lo que no puede alcanzar su madurez una vez recolectada, simplemente se ablandará.
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Si al golpearla con la mano o los dedos su interior suena a hueco estará madura. El sonido se asemejará al de un tambor o como si en su interior hubiera aire.
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Su piel no debe presentar golpes o rozaduras pues son elementos que muestran un maltrato de la fruta y una posible pérdida de calidad.
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El peso debe adaptarse al volumen de la sandía ya que en su mayor parte es agua. Se sopesará la fruta comparándola con un recipiente del mismo tamaño lleno de agua.
En cambio, si vamos a adquirir la sandía ya cortada, por la mitad o a trozos, es importante que su pulpa presente un aspecto turgente, firme y con un color subido (dependiendo de la variedad). Las piezas que permanecen durante mucho tiempo cortadas suelen quedar arrugadas y con colores desvaídos. Si se va a adquirir en un mercado o gran superficie resulta imprescindible que se encuentra protegida por una capa de papel transparente o plástico, aislada del contacto directo en su carne.
Una sandía entera se conservará un mayor o menor período de tiempo dependiendo de su temperatura de conservación: 15ºC = 2 semanas / 7-10ºC = 3 semanas. No es conveniente exponerla a una menor temperatura ya que es muy sensible al frío y podría congelarse.
La sandía se puede conservar en la nevera una vez abierta, donde además adquirirá el frescor que tanto reconforta si se toma en verano. Además, para que no absorba o transmita aromas a los demás alimentos, se cubrirá con papel transparente.
En la mesa
La sandía se toma principalmente en fresco, durante los meses de verano ya que esta es su temporada álgida, en la que alcanzan su madurez la mayoría de las variedades cultivadas en la Región de Murcia y las provincias anexas como Almería, también gran productora de sandías en el panorama peninsular.
Es una fruta ideal para niños ya que, aparte de las propiedades nutritivas que aporta, no necesita ser pelada y es muy fácil de consumir, a través de lo que en la región se conocen como tajadas.
Al ser propia de temporada veraniega la mayoría de sus preparaciones culinarias son las típicas de estas fechas, así la encontraremos en sorbetes, zumos o helados acompañada de jugo de naranja o leche, además de en gazpachos, ensaladas y sopas frías muy de moda en la cocina actual.